Al despertar, ya en la puerta del mecánico tuvimos suerte y el jefe estuvo trabajando todo el día con nuestro alternador. Intentaba hacer un mix entre un alternador viejo y el nuestro, con unos cuantos electrodos y una radial, luego le preparo un soporte artesanos/cutre y a esperar a que aquello funcionase. El mecánico acabo a las 2 de la madrugada y salimos automáticamente. No podíamos perder tiempo, porque faltaban dos etapas y teníamos un vuelo esperándonos para el día 2 a las 7am. Cualquier otro imprevisto era letal.
A la mañana fue un día complicado, estábamos lógicamente abatidos mientras veíamos como el mecánico se tiraba al suelo embarrado después de pasar dos días lloviendo sin parar, para intentar fijar ese “alternador”, pasaban las horas y cada vez estábamos mas hechos polvo y otros equipos del rally se acercaban a consolarnos. Creo que en ese momento solo te entiende otro raider, que sabe lo que cuesta preparar todo y llegar hasta allí u otros que también estaban cruzándose con nosotros desde etapas anteriores y sabían de nuestras movidas…
Debían ser las 13h una hora límite, cuando el mecánico dijo de probarla. Pero cuando ves que ya de inico gira mal, peor que el día anterior cuando no pudo aguantar 5km seguidos… Pese a todo hicimos el check y fue el propio mecánico el que se disculpaba viendo que su obra no servia. Nosotros de brazos caídos le decíamos: Good mecanic, good mecanic!! A lo que el contestaba: Noo, no good mecanic!! Y así fue como Albert, el mecánico y yo llevamos al garaje a la Sirenita. Un momento durísimo (no creíamos que lo fuera tanto). Tuvimos 30 minutos para hacer los papeles, la maleta y dar toda la ropa a otros equipos que la llevarían a su destino, éramos como dos reyes magos tristes, que daban todo lo que tenían a todo aquel que creyésemos que le daría un buen uso, y así lo hicimos. Adiós Sirenita!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario