La furgoneta rusa

No había pasado una hora que ya estábamos en una furgoneta rusa en la que íbamos 17 personas MUUY APRETADAS, en la que disponíamos de medio asiento cada uno y uno de nosotros iba sin respaldo. Nos turnábamos para gozar de ese medio respaldo de vez en cuando, faltaban 22h de viaje por mal camino, con demasiada compañía y música mongola de fondo. En esos momentos, nos reíamos ya de nuestra desgracia con una cierta sonrisa histérica, todo era paranormal pero muy simpático a la vez; ver como luchábamos o bien con un gordo pesado que no paraba de manosear a su novia y ocupaba muchísimo espacio o bien con una tía bigotuda que se colocaba de tal manera te que iba empujando hacia fuera del asiento, haciendo que la rabadilla se colocase sobre el hierro que dividía los asientos y convirtiendo el camino en una tortura. Pese al mal dormir, al gordo y a la bigotuda, llegamos a Ulan Bator en 22h y pudimos ver algo de la ciudad, recoger nuestro diploma y sobretodo gozar una ducha y una cama que era de agradecer muchísimo después de todo. Fue todo un alivio…



Es divertido mirar atrás, compartir con gente que conoce la historia de nuestro proyecto como vosotros, con otros equipos y ver todo lo que hemos hecho, lo que nos ha sucedido, lo que hemos visto y la gente que hemos conocido. Algunos países que hemos cruzado de los cuales no sabíamos nada, llevarnos gratas sorpresas, Irán especialmente…. Y finalmente acabar este súper paréntesis volviendo a la vida cotidiana junto a vosotros, en el primer mundo, donde muchos tenemos una nevera con comida y un grifo con agua…

Una vez mas, gracias a todos!! Esperamos preparar algún video no muy largo con el resumen del viaje para más adelante. Nos vemos!!

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