Frontera y gass!!

Desde la misma frontera éste país ya apuntaba a ser distinto a los demás, mas precario y menos confort si cabe… la frontera ya nos llevó 2 días cruzarla y a diferencia de otros equipos que se desesperaban, nosotros estábamos contentos de esperar en compañía, jugando a fútbol y amargándole la vida a todo aquel que pretendía saltarse la cola de entrada, era como un divertimento había un ruso que aún hoy se preguntará porque adelanto a 2 coches del rally, el resultado fue que le bloqueamos el coche entre todos los raiders y tuvieron que irse a casa y probar de nuevo al día siguiente, jejejeje!!Mongolia, el país sin asfalto… es increíble llegar a la frontera Rusa-Mongola, ver que desde el Km. 0 empieza con tierra y ya hasta falta de 200km de la capital no volveríamos a pisarlo. Cogimos el camino con unas ganas terribles, recuerdo a Albert conduciendo con una sonrisa de oreja a oreja mientras sonaba la canción Highway to Hell a tope!! Teníamos varios caminos que se iban cruzando en media de la gigante estepa y al fondo montañas. Nos sentíamos muuuy pequeños allí en medio…
Ya empezamos a ver como los vehículos empezaban a sufrir; vimos pinchazos, calentones, remolcados… un no parar… por ello el rally pone en cada “gran” ciudad puntos donde puedes donar el vehiculo y ellos se encargan de repararlo y trasladarlo allá donde pueda hacer mejor servicio… en cada check point de estos veías varios coches del rally mas o menos jodidos, cada cual con su historia detrás.En la primera etapa, todo fue según lo previsto; polvo, algún reventón, ríos y perdernos de noche varias veces. Disfrutábamos de un paisaje espectacular, verde y con ríos, pero cada vez mas árido… nos dimos cuenta que seguir de noche sin conocer el camino era desgastarse en vano, así que cuando encontramos un grupo de raiders en el camino, paramos a hacer noche con ellos para empezar a conducir ya de día.

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