Supongo que todo empezó en el momento en que escuche una entrevista en la radio de unos participantes españoles, donde explicaban las futuras experiencias, en que consistía éste rally… en ese momento algo en mi cerebro dijo “esto tiene que ser una pasada”. Creo que todas las personas que se apuntan, ya de buen principio les sucede eso, no es algo progresivo, sino que es mas bien un flechazo, que en muchas ocasiones crees platónico; todo son peros… la gente, el dinero, el coche, el tiempo… Son incógnitas tan complicadas como excitantes.
Desde aquel momento, estuve sondeando y explicando el rally a muchos posibles candidatos de mis intrépidos familiares y amigos. Nunca conseguía cuajar una respuesta firme (los peros)… hasta que en una comida familiar, le comenté a mi primo Albert y vi como enseguida existía ese “flechazo”, surgían preguntas, ideas y dificultades, pero él también quería, la conversación se zanjo con un: “sino vamos pronto, tal vez mas adelante no podamos y esta experiencia nos gustaría vivirla”
El siguiente encuentro con Albert fue en casa de nuestra abuela y con el café abrimos un atlas, con el que hacíamos cábalas, frente a la cara de asombro de mi tía.
Estando ya de camino el Mongol Rally 2009, recibí un e-mail de mi primo, explicándome que en septiembre se abrían las inscripciones, que teníamos que seguir el tema. Allí ya note la seriedad del asunto…
Perdimos la cuenta de las veces que abrimos la web, que miramos videos y fotos de ediciones pasadas. Hasta principios de septiembre cuando POR FIN formalizamos la inscripción y allí estaremos, Mongol Rally 2010.
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